La vila de Cirat situada a la vora del riu Mijares deu els seus orígens a una antiga colònia romana, encara que després i durant moltíssims anys va ser vila musulmana. Van ser aquests qui van construir el castell emplaçat a poca distància del nucli urbà sobre un pujol a uns 580 metres d’altitud, és de planta irregular i tot just queden d’ell unes poques ruïnes. En temps de la conquesta cristiana Cirat pertanyia a Abu Zeit, corria l’any 1.235. En aquesta època (segles XIII – XIV) es va construir en el centre de la vila una fortalesa de la qual avui es conserva la qual cridem Torre del Comte de planta quadrada, reformada en el segle XVIII. En 1.343 Cirat va ser venut a Gonzalo Ximenez i d’aquesta forma passa a formar part de la Baronía d’Arenós En 1.628 el rei Felipe IV li concedeix el títol de Comtat de Cirat. Formaven aquest la pròpia Cirat i els llogarets del Tormo i Pandiel. Bernat de Vilarig Carrós va ser el primer a ostentar el noble títol de Comte de Cirat. En 1.572 contava amb 100 llars ja que molts musulmans, després de la reconquesta es van convertir al cristianisme i no la van abandonar però l’expulsió morisca de 1.646 va deixar a Cirat amb solo 46 llars. Va ser a la fi del segle XVIII quan va començar a recuperar-se accelerant el seu creixement fins a arribar a els 1.523 habitants en l’any 1.857 i els 1.833 en 1.877. El seu cens major es registra en l’any 1.910 amb 1.643 habitants. En 1.914 l’ajuntament compra el molí de Ramón Gómez i s’instal·la la llum elèctrica, es conreava l’olivera (243 Hectàrees) produint oli de la millor qualitat donades les condicions de la zona (altitud, climatologia…), arribant a contar el poble amb set almazaras. És a principis del segle XX i sobretot a partir de la Guerra Civil quan comença a perdre població. Els seus habitants emigren a Catalunya i al litoral valencià. No obstant això quan es realitza la distribució en comarques de la província de Castelló en l’any 1.970 Cirat serà designada Capital de la Comarca de l’Alt Mijares. Després de la riuada de 1.957 de conseqüències catastròfiques per a aquesta vila, la companyia Hidroeléctrica projecta i construïx el canal Montanejos-Cirat que conduïx l’aigua fins a Cirat on crea un salt de 130 m per a la producció d’energia elèctrica que entra en servei en l’any 1.962. Durant aquests anys Cirat viu la seva màxima esplendor demogràfic que de nou es veurà minvat notablement amb la finalitat de les obres.
La villa de Cirat situada a orillas del río Mijares debe sus orígenes a una antigua colonia romana, aunque después y durante muchísimos años fue villa musulmana. Fueron estos quienes construyeron el castillo emplazado a poca distancia del núcleo urbano sobre una colina a unos 580 metros de altitud, es de planta irregular y apenas quedan de él unas pocas ruinas. En tiempos de la conquista cristiana Cirat pertenecía a Abu Zeit, corría el año 1.235. En esta época (siglos XIII – XIV) se construyó en el centro de la villa una fortaleza de la que hoy se conserva la que llamamos Torre del Conde de planta cuadrada, reformada en el siglo XVIII. En 1.343 Cirat fue vendido a Gonzalo Ximenez y de esta forma pasa a formar parte de la Baronía de Arenós En 1.628 el rey Felipe IV le concede el título de Condado de Cirat. Formaban este la propia Cirat y las aldeas de El Tormo y Pandiel. Bernat de Vilarig Carrós fue el primero en ostentar el noble título de Conde de Cirat. En 1.572 contaba con 100 hogares ya que muchos musulmanes, tras la reconquista se convirtieron al cristianismo y no la abandonaron pero la expulsión morisca de 1.646 dejó a Cirat con solo 46 hogares. Fue a finales del siglo XVIII cuando empezó a recuperarse acelerando su crecimiento hasta alcanzar los 1.523 habitantes en el año 1.857 y los 1.833 en 1.877. Su censo mayor se registra en el año 1.910 con 1.643 habitantes. En 1.914 el ayuntamiento compra el molino de Ramón Gómez y se instala la luz eléctrica, se cultivaba el olivo (243 Hectáreas) produciendo aceite de la mejor calidad dadas las condiciones de la zona (altitud, climatología…), llegando a contar el pueblo con siete almazaras. Es a principios del siglo XX y sobre todo a partir de la Guerra Civil cuando empieza a perder población. Sus habitantes emigran a Cataluña y al litoral valenciano. No obstante cuando se realiza la distribución en comarcas de la provincia de Castellón en el año 1.970 Cirat será designada Capital de la Comarca del Alto Mijares. Después de la riada de 1.957 de consecuencias catastróficas para esta villa, la compañía Hidroeléctrica proyecta y construye el canal Montanejos-Cirat que conduce el agua hasta Cirat donde crea un salto de 130 m para la producción de energía eléctrica que entra en servicio en el año 1.962. Durante estos años Cirat vive su máximo esplendor demográfico que de nuevo se verá mermado notablemente con el fin de las obras.
El castillo es de origen musulmán y perteneció al rey moro de Valencia Ceyt Abut Ceyt, el cual continuó poseyéndolo tras la pérdida de la capital. Éste hizo donación del mismo, al obispo de Segorbe, aunque parece que quedo sin efecto, pues en 17 de febrero de 1247 repite la donación al arzobispo de Tarragona. El lugar estuvo poblado de moriscos hasta la expulsión en 1609. En 1628 Felipe IV creó el condado de Cirat, formado por el propio Cirat y las aldeas de El Tormo y Pandiel, a favor de Bernat de Vilarig Carroz y Pardo de la Casta. El término fue escenario destacado de acciones bélicas durante las guerras carlistas. Cirat pertenece a la comarca del Alto Mijares. El castillo se encuentra situado sobre un promontorio sobre el barranco de las Salinas, desde donde se controlaba el meandro que forma el río Mijares a su paso por Cirat. El castillo es de tipo montano, con dos recintos. Se pueden apreciar los restos de una torre semicircular, así como diferentes lienzos de muralla situados en su parte más vulnerable ya que por la otra cuenta con la defensa natural que ofrece la propia ubicación del recinto. También se aprecian los restos de un aljibe sin cubierta, pero en el que se observan los arranques de la bóveda y sus paredes impermeabilizadas. Junto a éste aparece una estructura rectangular de uso desconocido, formada por bloques regulares Se han encontrado en superficie cerámicas islámicas decoradas: bordes, asas etc. (C.Pérez-Olagüe)