De la mano de nuestro amigo Riki fuimos a la sierra de Bernia para conocer los «Arcos», paraje que no conocíamos de esta montaña. Llegamos al «forat» y nos arrastramos hasta el sector meridional de esta cuerda montañosa. La panorámica abarcaba desde la costa de Altea hasta el Ponoch, Aitana y el Puig Campana.De vuelta al otro lado del «forat» y después de algunas incursiones arriesgadas por la misma carena afilada de Bernia, cogimos una senda escasa que a media ladera nos llevó hasta los «arcos» paraje umbrío y de gran encanto por la humedad que allí se acumula en las paredes rocosas y los arcos de roca que son bellísimos. Una dura vertiente nos convenció a algunos para admirar el monumento desde cierta distancias y solo unos pocos se atrevieron a subir ayudados por una cuerda para traspasar el primer y más grande de los arcos.El regreso fue variado, algunos decidieron bajar por una, dicen que cómoda, pedrera y el resto regresamos por el escaso sendero hasta las Casas de Bernia después de pasar por la fuente de Bernia. Allí comimos bajo uno de los pocos pinos que hay en la sierra. El resto, después de la cómoda pedrera anduvieron largo y tendido hasta las Casas. Juntos, más tarde tomamos cafés y otros licores para terminar la jornada primaveral por esta aérea montaña.