Matet, antiguos caminos y sendas escondidas de la Sierra Espadán

Crónica en la que se cuenta las andanzas de La Colla de Senders por la Serra d’Espadà.

Si vuesas mercedes tienen a bien dedicar un momento de atención les narraré lo acontecido el día del Señor de 12 de mayo allá por el año 2024.

En aquesta fecha y previa convocatoria a través de los conductos oficiales estipulados para estos menesteres se congregaron en el lugar conocido como “La Fuente que Nace” cerca de la población de Matet, las huestes de La Colla de Senders de la Societat Excursionista de Valencia (a partir de ahora “La Colla”) para dar inicio a la ruta.

Con grande ánimo y resuelto caminar afrontamos las primeras subidas, que a estas frescas horas de la mañana despiertan nuestros sentidos a la primavera, que por doquiera nos envuelven y nos produce sublime gozo. Vamos camino de Pavías, fermosa y recoleta villa serrana a la cual llegamos en un par de horas no sin antes haber hecho una parada para dar cuenta de un pequeño yantar que dio alas a nuestro espíritu.

Ya en la villa de Pavías otra parada para visitar la taberna de la plaza donde las amables taberneras atendieron las demandas de “La Colla” de brebajes varios.

Salimos de Pavías por el paraje de Fuente Juncosa y remontamos el amable sendero que nos sube hacia las alturas de Carrascosa y desde allí la fuerte pendiente que nos baja a la Rambla de Artea, penetrando en sus bosques y umbrías que nos protegen del astro sol que hace rato nos hostiga.

Es desde este paraje de la Rambla de Artea donde el destino nos deparará la más dura prueba de nuestro periplo serrano. Con fuerte pendiente por trocha vertical y terreno inseguro, arto agotador, conseguimos llegar con grande esfuerzo hasta las alturas del Morrón de Ventura donde el regocijo de la tropa tras superar tamaña prueba es desbordante. Inmortalizamos el momento con unos retratos al óleo que nuestro pintor de cámara, fray Agustí, realizo en un santiamén con su fina técnica.

Desde aqueste lugar no nos resta más que descender hacia el paraje de “La Fuente que Nace” para reponer con un merecido banquete nuestros maltratados cuerpos y donde nos esperan los carruajes para regresar a la Villa y Corte.

Y colorín colorado esta crónica se ha terminado. Espero que vuesas mercedes hayan disfrutado de su lectura tanto como nosotros viviendo esta aventura.

Salva.