Valle de Hecho – Selva de Oza
Por Ángel Flores
Puente Santana – Vía Romana – Puente Secadero – Barranco Agüero – Puente Santana
Señalizado como S-6
Distancia: 8,8 km
Altura mínima: 978 m
Altura máxima: 1195 m
Desnivel acumulado: 415 m
El recorrido comienza en la carretera HU-V-2132 que desde la población de Hecho conduce a la Selva de Oza, en el km 7,8 junto al cruce con la carretera que lleva al refugio de Gabardito. En el lado oeste de la carretera una señal indica Vía Romana, señalando un camino amplio que se dirige a una granja, unos metros antes de llegar a la granja una senda a la izquierda con mayor desnivel y señalizada nos encamina hacia la calzada. El ascenso es ahora un poco mayor, aunque pronto se suaviza. La senda discurre por un frondoso bosque en el que abundan robles, arces y serbales junto con pinos y abetos, el boj cubre gran parte del sotobosque. En muchos tramos del camino la luz del sol no alcanza el suelo y todo queda envuelto en la penumbra. Un arroyo cruza el camino sembrado de grandes piedras con una generosa cubierta de musgo con las que hay que tener cuidado, la humedad las vuelto resbaladizas.
Hacia el km 1,3 llegamos a los restos más evidentes de la antigua calzada romana, un pretil y algunas grandes piedras nos indican que en tiempos fue una vía muy transitada. Antes de abrir el paso por estrecho de la Boca del Infierno era el único paso hacia los valles superiores y hacia la frontera con Francia. Desde este lugar con la altura que hemos ganado tenemos una magnífica vista del valle del Aragón Subordan. La vía se trazó a mayor altura para superar el estrecho de la Boca del Infierno que ahora podemos contemplar la brecha entre la montaña. El sendero continua ganando altura hasta llegar a la torre Lo Vixia baluarte de defensa del S XVI, construido para vigilar el paso hacia el valle de Hecho. El estado de conservación es malo, incluso un cartel prohíbe acercarse por riesgo de desprendimiento, numerosas aspilleras la rodean a media altura, incluso en las esquinas. Este es el punto de mayor altura en el trayecto de ida, 1.168 metros. Desde aquí el sendero comienza un descenso rápido hacia el puente del Secadero por el que cruza el río Aragón Subordan.
Atravesamos el puente y cambiamos a la otra margen del río, la izquierda, encontramos un viejo edificio con numerosas puertas metálicas, el Campamento S. Juan de Dios, y frente a él una pequeña pradera. Si tomásemos el sendero de la izquierda remontando el río llegaríamos a la Selva de Oza, nosotros tomamos a la derecha para regresar al punto de partida. Atravesamos la explanada hacia la derecha y al final encontramos el sendero PR-HU-21 que inicia un considerable ascenso abriéndose paso en el frondoso bosque, en esta cara noroeste abundan las hayas. No mucho después el camino gira a la izquierda, nosotros continuamos unos metros más y también hacia la izquierda encontramos la senda más estrecha y empinada que continúa subiendo. Este es el único punto del trayecto que requiere atención para no perder la senda.
En algún momento la pendiente a nuestra derecha es considerable, mas el bosque es tan denso que alivia cualquier sensación de vacío. Ahora podemos ver la torre de Lo Vixía de frente desde el otro lado del valle, impresiona la profundidad y el verdor el mismo. En el trayecto de ida hemos ido viendo el barranco de La Pinosa, una estrecha garganta que desciende en el lado de enfrente, por el que ahora discurrimos, y que el sendero cruza por su parte superior, si nos asomamos veremos desde arriba la impresionante pared que lo flanquea. Este es el punto más alto del recorrido 1.195 metros. Después de haber caminado un buen rato sin perder altura el sendero comienza a descender en algunas zonas sobre un suelo tapizado de hojas secas del otoño anterior. El descenso es brusco en algunos tramos, describiendo lazadas que nos conducen al barranco de Agüero, que cruzaremos por un puente metálico. Desde aquí el recorrido discurre por una pista ancha y llana que pasa por una antigua zona de acampada, ahora en desuso, en el Plan de Santana, por una trinchera excavada en curva llegamos al puente de Santa Ana. Desde el puente, mirando en el sentido de la corriente vemos a la izquierda y un poco por encima del nivel del río la surgencia de la cueva y fuente de Santa Ana, un río subterráneo que aporta sus aguas al Aragón Subordan, y que en el momento de escribir esta crónica (junio de 2022) contribuye con un caudal considerable. Cruzamos el puente y la carretera nos conduce al punto de inicio de la excursión.