Por la noche se pueden ver muchas cosas y la sensación de caminar por la montaña es algo nuevo que nadie debería perderse; Angel y Mariangeles nos condujeron por los alrededores de Náquera hasta el Pi del Salt donde cenamos cómodamente en una zona preparada para pic-nic. Desde allí contemplamos como salía la luna por detrás de la Mola de Segart, silueta que nos acompañó durante gran parte del recorrido. Hacia la derecha Júpiter estaba brillante y Angel nos mostró la forma de observar con prismáticos dos de sus lunas.
Durante la cena y entre bromas nos convertimos dirigidos por Emilio en un coro a varias voces que cuando nos dimos cuenta parecíamos cantores de verdad. Ya de regreso a Náquera, Ana y Emilio habían preparado un limón granizado que nos refrescó y puso punto final a la excursión nocturna de verano de este año.
lo mejor de la noche a parte de la buena compañia fue el coro que montamos en poco tiempo y lo divertido que estuvo, fue genial me lo pase muy bien.A ver cuando repetimos, besitos
Ana, si y si… y la luna y los chistes y el calor que no pasamos y tu refrescante detallazo.
Muy bien la nocturna.