Este nuevo y sugestivo camino une a 17 poblaciones en su recorrido circular de 166 kilómetros, una invitación a conocer paso a paso, como la mejor forma de intimar con el paisaje y las gentes que lo pueblan, con la comarca de Els Ports, a la que se incorporan en el recorrido dos municipios de l´Alt Maestrat y uno de la Tinença de Benifassà. Camino concebido como nexo ideal de comunicación senderista comarcal, articulado por etapas de unión entre poblaciones, que permite seguir a trechos el largo itinerario y hacerlo asequible a las condiciones físicas o disponibilidad de tiempo de un variado número de caminantes. La oferta de acogimiento y hospedaje disponible a lo largo del recorrido facilita esta fragmentación a conveniencia de la ruta.
La topoguía del Camino: La Mancomunitat Comarcal Els Ports, promotora e inspiradora del GR, ha editado la correspondiente topoguía de seguimiento, en la que se evidencia en sus textos y orientación una estimable preocupación por dar a conocer y poner en valor el legado patrimonial y la raigambre de una vieja comarca cargada de historia. Una excelente topoguía que informa técnicamente del recorrido, y, de una manera precisa y emotiva, aproxima al caminante el paisaje y los rasgos medio ambientales y culturales que lo conforman. Cada etapa, comprendida entre poblaciones, queda reflejada por lo más sobresaliente de su ámbito, valorando su notable y variada herencia patrimonial, en todas sus manifestaciones, campos y parajes depositarios de la huella del hombre en su ancestral relación con el territorio y la historia. El Camí de Conquesta se revela en todo su contenido y propuesta como un estimable recurso de Turismo Rural.
Poblaciones que comprende el Camí: Vilafranca, Portell, Cinctorres, La Mata, Olocau del Rei, La Todolella, Forcall, Villores, Ortells, Xiva, Morella, Herbeset, Castell de Cabres, Vallibona, Vallivana, La Llècua y Ares.
La comarca de Els Ports.- Tierras de histórica frontera en sus lindes con Teruel y Cataluña, la comarca de Els Ports se asienta sobre la compleja y dura geografía de tierras altas y predominantes montañas, un relieve en el que destaca la estructura tabular que singulariza en el paisaje las aisladas muelas, de recortadas vertientes de escarpe, que contrastan con las planicies de sus elevadas cimas: Las mueles –les moles-, símbolos de una peculiar morfología que conforma un genuino y sugestivo paisaje comarcal. Con escasas tierras agrícolas, fríos inviernos y el aislamiento geográfico, siempre fue una comarca con reducida demografía, acogida a las escasas vegas, soporte agrícola y cobijo de sus habitantes. Los ríos Bergantes, Cantavieja y Caldés, conforman una atípica cuenca hidrográfica comarcal, caracterizada por su vertido de aguas al Ebro a través del río Guadalupe a donde confluyen. Paisajes de la montaña mediterránea continental que da lugar a una vegetación de gran riqueza y variedad de endemismos, paisajes de la Valencia del frío y de la nieve, escenario antaño de una ganadería intensiva que aprovechaba los excelentes y permanentes pastizales favorecidos por la altura y el fresco ambiente. De este pasado ganadero, queda para la memoria el Lligalló, un tribunal instituido por Jaime I en 1271 para la regulación, control y defensa de una pasada actividad económica de importante repercusión comarcal.
Morella es la capital de la comarca, la inmortal ciudad única en nuestras tierras por la integral conservación de todo el conjunto de un urbanismo medieval, recinto murado y el imponente castillo que corona la cima rocosa de una muela, dominante sobre la ciudad y un extenso territorio bajo su jurisdicción. El prestigio de la espectacular Morella trasciende más allá de nuestros límites comunitarios para ser, con todos los honores, uno de los más notables conjuntos de arte, historia, paisaje y encanto ciudadano de España. Morella hay que visitarla sin prisa, con parada y fonda para sentir en profundidad su histórico y centenario legado, vivo en el hechizo monumental de castillo, sus calles y nobles caserones.