El domingo 16, volvimos a la Sierra de Espadán para realizar una nueva etapa del GR-333, en esta ocasión entre las poblaciones de Ayódar y Espadilla. Después de almorzar en un bar de la población de Ayódar, iniciamos la marcha que, a los pocos minutos, tuvimos que interrumpir, pues un cartel de aviso de batida de jabalí nos impedía el paso.
Tomamos pues la determinación de volver sobre nuestros pasos e iniciar la excursión en el sentido contrario a como estaba programada. Comenzamos a ascender por el antiguo camino de la Solana, un poco desfigurado en algunos tramos, que serpenteaba entre antiguos bancales, invadidos ahora por matorrales y pinos, llegando a la loma Saganta, desde aquí, comenzamos el descenso hacia la fuente de la Piqueta y la población de Espadilla, encontrándonos por el camino dos cazadores que formaban parte de la batida, con muy buena actitud, que nos sorprendió y que agradecimos. Ya en Espadilla decidimos comer en las mesas y bancos que se encuentran en un pequeño jardín botánico de la población, dando tiempo a que se terminara la batida y hacer el camino de regreso sin contratiempos como así fue, estando nosotros comiendo se dio por finalizada la batida, y ya más relajados tomamos el camino de regreso, tramo del GR-333 ahora sí, hacia Ayódar, trazado sobre el antiguo camino entre las dos poblaciones que nos ocupan, precioso recorrido con vistas sobre el río Pequeño o río Ayódar. Al llegar a esta última población y tras un merecido refrigerio se dio por terminada la jornada.
Un saludo.

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