LA MUNTANYA NETA: UN SÍMBOLO Y UN RETO
Rafael Cebrián Gimeno
El domingo 27 de septiembre celebramos -una vez más-, el DIA DE LA MUNTANYA NETA. La Unión Internacional de Asociaciones Alpinas (UIIA) instituyó el Día de la Montaña Limpia, como propuesta de sensibilización y de participación ciudadana ante el deterioro y la degradación de las montañas, una situación no siempre atribuible a la voracidad especulativa, la presión urbanística o al irrespetuoso comportamiento social o institucional ante la naturaleza, sino por al propio excursionista, escalador o el alpinista.
Conviene recordar y trasmitir que el sagrado principio de respetuosa convivencia con el medio natural y la valoración patrimonial de los paisajes -uno de los grandes retos de nuestro presente-, nació del ensueño de las montañas en el mundo del alpinismo, con una nueva y respetuosa visión admirativa de la plenitud de la naturaleza, cuando todavía, en la sociedad europea, el progreso y la evolución social se basaba exclusivamente en la indiscriminada explotación de los recursos naturales. En nuestros días, la integridad y pureza de los paisajes ya es un derecho adquirido como bien Patrimonial del Hombre que, no obstante, hay que seguir defendiendo.
Encuentros como el que nos ocupa, con todo su simbolismo, es una forma de mantener un compromiso activo con la conservación integral de nuestras montañas, simplemente con asistir. Por ello es muy importante que un mayor número de entidades excursionistas se involucren en esta celebración: ¿Qué hace la Federación?. No lo se. Le corresponde promocionar, dotar de contenido al símbolo y trasmitir su espíritu más allá de nuestro ámbito. A estas alturas, después de varios años de celebración (no me acuerdo cuantos), La Muntanya Neta, debe de ser algo más que una reunión amistosa y una excursión para delatar un atropello: preguntas, reflexiones y diálogo… retos, al fin de cuentas porque su continuidad sea mejor.
