Comenzamos la excursión con la agradable temperatura de tres grados. La escarcha cubría los campos y una pequeña bruma la acompañaba. Los diecisiete intrépidos montañeros nos pusimos en marcha dándole la vuelta a un antiguo embalse del siglo XVIII llamado el Bosquet.

A continuación tomamos dirección a la Escala de la Doncella, donde unas cuerdas nos esperaban para facilitarnos la fuerte subida. Dándole emoción y disfrutando de las vistas que conseguíamos por la rápida ascensión.

Enlazamos con la senda de El Remongil, que nos lleva por el cordal con espectaculares vistas y por dentro del bosque hasta el cruce con la subida a la Cova Pates, muy cercana al punto mas alto de la excursión. La cueva, de fácil acceso, tiene formaciones geológicas bastante bonitas. Las estalagmitas, estalactitas y banderolas la adornan, viendo ademas que las gotas de agua seguían formándolas.

Enlazamos con la senda del Vertigen, donde las paredes verticales de roca caliza nos acompañaban, con algún tramo de vértigo. La ultima cueva nos esperaba cerca de una antigua masía abandonada. En el interior tenia dos balsas naturales que recogían pacientemente las gotas que caían del techo. También habían restos de antiguas estructuras humanas para aprovechar ese agua.

La ruta combinando senderos con pista de tierra nos devolvió a los coches. Desde ahí nos dirigimos al restaurante La Ermita de Vallada. Donde degustamos unos gazpachos manchegos en una fresca terraza a la entrada de la ermita de San Salvador.

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