Esta vez volvemos a Olocau para visitar el poblado íbero del Puntal dels Llops, en activo entre finales del siglo V a.c. y principios del siglo II a.c. El asentamiento estaba protegido por dos murallas y la propia montaña. En el interior una calle distribuía el acceso a las diferentes estancias que contaban con diferentes usos.
La vuelta la realizamos por la ladera de la Peña de l’Aigualeig para recorrer su “Macollà” que es un topónimo que significa terreno cerca del barranco, donde pudimos observar espléndidos algarrobos centenarios.
(Autor: Jaume Genovés)