Después de varios intentos de repintar el PR de Lucena y no conseguirlo por las inclemencias del tiempo (nieve, lluvia), esta vez tampoco lo hicimos por culpa del viento. Así que tuvimos que improvisar que hacer para llenar el día y no tener que volver a casa sin andar un poco por el monte.
Después del almuerzo de rigor en Lucena y con peligro de volarnos en el miso pueblo, decidimos dedicarnos a la cultura y fuimos a visitar castillos.
Primero fuimos a ver una torre íbera de la que solo queda la base (un “roglet de pedres” según una paisana). Después fuimos hasta la ermita del Salvador y el Castillo de L’Alcalatén, antigua fortificación musulmana, donde Tere nos dio una pequeña charla muy instructiva sobre la historia del Castillo. Para ir a comer nos acercamos al Castillo de Montornés, en el Desierto de Las Palmas. Otro castillo de origen musulmán, construido en un puntal con increíbles vistas al mar, del que queda muy poco pero lo suficiente para podernos resguardar del viento, que no cesó en todo el día, hasta que se cansó y dio paso a la lluvia que nos acompañó hasta el bar para reponer fuerzas antes de volver a casa, eso sí bien ventiladitos.
Hay que ver como estan los comentarios¡ Menos mal que alguien se acuerda de recordar que la excursion diferente estuvo ventosa pero interesante.